Descenso de peso veloz vs. descenso lento.

En unos estudios estadísticos informados por Medline Plus, se concluye que la mitad (50%) de las personas que encararon una dieta de descenso lento, abandonaronn la dieta sin llegar a la meta;  que el 81% de las personas que encararon una dieta de descenso rápido, alcanzaron la meta propuesta; y que todas las personas que alcanzaron la meta, ya sea veloz o lentamente, recuperaron el 70% del peso perdido a los tres años.

Esta es una información valiosísima. Tiene conclusiones importantes.

Derriba el mito de que el descenso de peso veloz se recupera rápido.

Y que pondría en riesgo la salud.

Encarar una dieta de descenso veloz, hipocalórica, de menor cantidad de calorías que las consagradas saludables por la medicina clásica, no pondría en riesgo la salud porque reduciría sensiblemente el grave riesgo de la obesidad al combatirla con el éxito que no alcanza una dieta de descenso lento. 

Es mayor el riesgo de permanecer con obesidad que combatirla con éxito mediante una dieta hipocalórica, visto el fracaso de nada menos que de la mitad de los que empiezan dietas de descenso lento.

Que en todo caso a los tres años ambos métodos por igual no impiden la recuperación del 70% del peso perdido, lo que implica que no es cierto que el descenso veloz implique recuperación más rápida del  peso que el descenso lento. Se ha derribado el mito de que un descenso lento estabiliza más el descenso peso.

Conseguir un éxito del 81% es mucho más valioso que conseguir el del 50%. Que a los tres años se recupere el 70% del peso incial, no significa un fracaso, ya que si no hubiera sido por la dieta, en esos tres años se hubieran aumentado diez kilos más de los que se tenía al comenzar, porque se hubiera seguido engordando durante el tiempo en que se permaneció más delgado.

Si a los tres años de comenzada una dieta se recupera el 70% del peso inicial, se ha conseguido bajar el 30% del peso y se ha conseguido detener el ritmo con el que se venía aumentando.

Una dieta veloz tiene un un 62% de más efectividad que una dieta lenta, ya que de cada 100 personas que consiguen adelgazar con una dieta lenta, serían 162 las que lo hubieran conseguido con una dieta veloz.

Los informes estimulan tímidamente a que los médicos encaren la reducción de calorías aplicando dietas de descenso veloz, dadas las ventajas comparativas evidentes que muestran las estadísticas.

El éxito inmediato de una dieta hipocalórica estimula a continuar la dieta. El descenso lento desestimula, y crea desertores deprimidos. Se trata, simplemente, de reducir un 30% la cantidad de calorías recomendadas de hidratos de carbono que provienen de los granos y grasas.

Aquí el artículo publicado en Medline Plus
Aquí el artículo publicado en Intramed